Ante lo fortuito de un accidente, no podemos prever que tan funestas pueden ser las consecuencias. ¿Qué pasa, si después de ello, no puedes volver a trabajar? Por eso, es importante tener un seguro que cubra estos riesgos y más. En este artículo te enseñaremos qué es un seguro de accidente y para qué sirve.
¿Qué es un seguro de accidentes?
Un seguro de accidentes es una cobertura total contra todo tipo de riesgo profesional o personal que pueda suceder de forma súbita y que lesione, de forma permanente o temporal, al asegurado.
La cobertura tiene la capacidad de indemnizar en caso de invalidez moderada o permanente, e incluso, si el asegurado fallece, se puede indemnizar a la familia. Cada póliza puede incluir diferentes grados de compensación, de acuerdo a la gravedad del accidente.
Para los accidentes menos severos, pero que requieran el reposo del trabajador, el seguro reconoce una renta por tiempo determinado, así como los gastos médicos.
¿Qué cubre un seguro de accidentes?
Imagina que, en medio de tu labor profesional, ocurre el desafortunado episodio de un accidente. ¿Qué pasaría si, a raíz de ello, se ve limitada tu capacidad de volver a ejercer tus labores? Es allí donde un seguro de este tipo toma relevancia.
Este tipo de seguros cubre incidentes que se presenten durante el desarrollo de un trabajo, pero, a su vez, cubren infortunios de carácter domésticos o aquellos que se den fuera del ámbito laboral.
El seguro puede cubrir los gastos médicos derivados de las terapias o intervenciones, de acuerdo a la trascendencia del percance. Así mismo, puede responder por las medicinas que el accidentado requiera.
¿Cuándo no me cubre un seguro de accidentes?
Como en todos los seguros, existen situaciones que escapan al alcance de la cobertura. Por ejemplo, no se cubren accidentes donde se demuestre que hubo intención o que fueron premeditados por el asegurado. Tampoco son objeto de cobertura los percances que ocurran por uso o abuso de sustancias ilegales, no prescritas médicamente o que se desarrollen bajo el estado de embriaguez.
Si bien se mencionó que las pólizas reconocen los accidentes que se tengan en la vida personal del asegurado, estos no incluyen aquellos que se generen por la práctica de deportes de alto riesgo. Dado que son actividades con una exposición a mayor accidentalidad, la póliza no se hace responsable por las consecuencias. Para los deportistas extremos, existen productos especializados, aunque mucho más costosos.
A lo anterior, se suma que muchas pólizas tienen exentos la cobertura a accidentes provocados por embarazo y parto, así como la intoxicación por alimentos.
¿Qué diferencia existe entre un seguro de vida y un seguro de accidentes?
Ambos tipos de seguros parecen similares a simple vista, pero tienen unas diferencias muy marcadas. Para empezar, el seguro de vida tiene una cobertura contra decesos de todo tipo. Es decir, la indemnización se reconoce en caso de fallecimiento por causa natural o por accidente.
El seguro de accidentes es mucho más específico y sólo indemniza en caso de que ocurra un percance laboral o personal, lo cual es muy útil si se tienen actividades que se consideren algo arriesgadas.
Otra importante diferencia, es que los pagos en el seguro de vida se calculan de acuerdo a las características del tomador como su edad y estado de salud, en tanto que, para el seguro de accidentes sólo se tiene en cuenta el valor a asegurar.
¿Qué tipos de seguro de accidentes existen?
Podemos encontrar dos grandes categorías de estos seguros: los que son de carácter personal y los que son de carácter colectivo.
Para los individuales, existe un único tomador quien puede designar algunos beneficiarios que pueden ser su núcleo familiar. Generalmente se ofrecen a autónomos o profesionales que están más expuestos a accidentes, debido a su labor. De hecho, existen seguros especializados como los seguros de accidentes para conductores o para quienes trabajan en el sector de la construcción.
Los seguros de accidentes colectivos son ofrecidos a empresas, los cuales cubren la indemnización a los empleados que sufran algún tipo de accidente mientras cumplan sus labores.
Dado que por ley las empresas deben tener algún tipo de protección para sus empleados, este tipo de seguros se hace ideal para solventar tal situación y dar tranquilidad a todos los trabajadores.
Qué tener en cuenta a la hora de contratar un seguro de accidentes
Ninguna póliza puede evitar que ocurra un accidente, pero sí puede dar el respaldo necesario en el momento que ocurra un hecho desafortunado.
Por ello, a la hora de contratar un seguro de accidentes, se debe pensar en la cobertura y agilidad que puede ofrecer una póliza.
Contratar este servicio con una aseguradora de trayectoria es fundamental, ya que el tiempo de respuesta y la seguridad de los procedimientos son vitales en caso de que ocurra un percance.
Entre las coberturas, se debe revisar que se cumpla con la indemnización por accidente leve, moderado y grave, así como por invalidez parcial o total y que también otorgue unas rentas adecuadas por el tiempo que no se pueda ejercer una actividad laboral.
